En el paraje de Chachingo, ícono de Maipú, se encuentra Casa Vigil, inspirada en el increible mundo de la Divina Comedia de Dante Alighieri. Una bodega que invita a experimentar el encanto del vino, la gastronomía y la literatura fusionados en una propuesta enoturística única.
Alejandro Vigil junto a su esposa, María Sance llegaron a esta zona de Mendoza, para soñar su casa familiar entre viñedos y cultivos. Años más tarde, con la llegada de sus dos hijos, Juan Cruz y Giuliana, comenzaron a imaginar un lugar mágico que recibiera a lugareños y turistas de los lugares más remotos del mundo.
Hoy, esta bodega familiar que mixtura el arte local, el entorno natural y la vida en familia se ha convertido en líder absoluta en experiencias del mundo del vino, un mundo fantástico entre el infierno, el purgatorio y el paraíso donde los Vigil abren las puertas de su vida.